Bastan 20 minutos en un café para observar realidades dispares,madres sin apego,octogenarias viviendo el ocaso en absoluta armonia con la vida ;señoras que recomiendan al hijo tomar alguna pastillita para no ser el porro del curso;otras que ostenta joyas,revolviendo la taza de café de manera tal que la piedra jamás quede oculta a la amiga que esté en frente ; la de la pastillita , se toma la mitad del café solamente,luego lo devuelve con el argumento de que huele a cloro,se niega a pagar y de manera grosera ,trata a al garzón como ser de categoría inferior ,como si la plata implicara un derecho intrínsico,a ser mal educada ,una digna representante, de la rota con plata .El futuro fármacodependiente ni la escucha ni la apoya ,el tiene problemas ,a ella, a ella solo le importa que nadie se de cuenta ...
